HARRY CLÚSTER HA VUELTO

Los casos que investiga Harry Clúster, un detective de los de antes, un tipo duro.

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Location: Chile

Sunday, August 06, 2006

HARRY CLÚSTER Y EL CASO DEL MOUSE DESCOMPUESTO (FINAL)

La letra de Sara era grande, firme y segura : Times New Roman 16.Leí las instrucciones con atención y comencé a aplicarlas."Apretar simultáneamente Alt+ctrl+supr+insert+Bloq mayús+ Avpag+F1+ Esc y reiniciar en modo a prueba de fallos".Con el pulgar de la mano derecha apreté Alt. Era fácil.Con el índice apreté ctrl. Fácil. Estiré el anular y apreté supr. Ya no era tan fácil. Para el insert tuve que atravesar la mano izquierda sobre el teclado y colocarle el meñique. La cosa se estaba complicando.Con la punta de la nariz apreté Bloq mayús y traté de apretar las otras teclas con las orejas, pero era imposible. En eso estaba cuando entró la Chabela.
-¿Te estás comiendo el teclado? ¿No encontraste el almuerzo?
Le lancé una mirada cargada de curare. Luego de levantar la cabeza del teclado, por supuesto.
- En vez de hacer esas bromitas deberías ayudarme.
Buscó una silla, tarea que en otros lugares puede ser fácil,pero no en mi oficina. Con los años he ido acumulando más cachivachesque Berna Wang: un muñeco vudú, una cimitarra, 157 bandejas de pizza,un sacapuntas marca Sandongui, un falucho chilote, una celesta, dos huesos de ballena, tres escarbadientes (recuerdo de un almuerzo en "La Pampa"), un pescadito recuerdo de los Buendía, la cuna de Rocamadour, la cama completa de Proust, un bote salvavidas del Titanic, 280 anteojos de una lista de Internet, un sombrero del Zorzal Criollo y otras especies difíciles de enumerar. Encontró, por fin, la silla y se sentó a mi lado. Hablo de la Chabela por si no queda claro. Empezamos a repartirnos las teclas.
- Para mí las de la izquierda - dijo. - Pero estás a mi derecha.
Se encogió de hombros.
- Me gustan las teclas del lado izquierdo.
Cuando se encoge de hombros no hay manera de convencerla, así que empezamos a cruzar las manos sobre el teclado, mientras yo trataba de leer las instrucciones. Al principio me hice el desentendido con los roces que ella - con toda intención, puedo asegurarlo - aplicaba sobre mis dedos toscos, más acostumbrados al gatillo que a las sutilezas, pero llegó el momento en que ella aprisionó mi índice - el mismo del gatillo - y lo apartó del ctrl. Me miraba fijamente, intensamente, apasionadamente, con toda su mente. Yo miré mi dedo.
- Es mío. ¿Me lo puedes devolver?
Lo soltó con tanta furia que lo hizo rodar por el alt, el taby el otro ctrl. Pensé que nunca más iba a poder utilizarlo. El teclado.
- ¡Eres un cochino estúpido!
Era la primera vez que me decía algo tan inteligente.
Después respiró profunda y lentamente.
- Me haces rimar - le dije.
- Harry, tenemos que hablar de algo muy serio. Eso se veía venir. Quería que le propusiera matrimonio o que le pagara los seis meses de sueldo que le debía.
- Estoy trabajando, Chabela.
- De eso te quería hablar.
- Estoy metido en un caso difícil.
- ¡De eso te quería hablar, pero contigo es imposible!
Se levantó indignada, buscó dentró de su cartera un paquetito, me lo lanzó con todas sus fuerzas - que no eran pocas - y me dio en la nariz. - - ¡Instálalo, imbécil! - y se fue para siempre, como todas las veces anteriores. Después de instalar el mouse, decidí celebrar la solución del casoy metí la mano al cajón para sacar la petaca. Me arrepentí al tocarla.
- ¡No! - recordé el consejo de una amiga - Agua. Mucha agua.¡Solamente agua!
Y tomé agua, "triste, solitario y final". *

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* Esta frase no tiene nada que ver, pero siempre es bueno recordar a Raymond Chandler y a Osvaldo Soriano.